30 mayo 2007

Y vendí mi alma al comic: From Hell

Todavía hay muchos que asocian los comics a la condición de friki. Apilados junto a las cartas del Magic, la calculadora científica, el cubo de Rubik y las miniaturas de Star Wars, todo friki que se precie debe de presumir de poseer la colección completa de las aventuras y desventuras del héroe, superhéroe o antí-héroe de vestimenta estrafalaria de turno.


Sin embargo, el mundo del cómic no se reduce al catálogo de mallas y máscaras de MARVEL y DC. Hay comics para todos los gustos y para todo tipo de personas, siempre que les guste leer y dejarse llevar por una buena historia.


Y de eso va esta entrada, de una de las historias mejor contadas que he leído últimamente, que más he disfrutado y con la que más miedo he pasado. Se trata de "From Hell", de Alan Moore. Esta novela gráfica - así llaman algunos a ciertos comics para darles un aire más serio - relata los asesinatos de Jack el Destripador, atribuyéndole identidad al misterioso asesino. Alan Moore se basa en una hipótesis que relaciona la realeza con el mundo de la prostitución del East End londinense, a la que los estudiosos del tema dan poco crédito, pero que sin duda resulta ideal para construir una trama interesante.


"From Hell" es la biografía de un asesino, de sus antecedentes, condicionamientos y motivaciones, pero también el retrato de una sociedad, la victoriana, clasista, desigual e hipócrita, que necesita aparentar la observancia de la moral tradicional ante la atenta mirada de la prensa, los juicios de la opinión pública y el surgimiento de los fenómenos mediáticos.


La versión original en inglés permite especialmente apreciar la diferencia entre el mundo del asesino e inductores y sus víctimas: cómo se expresan las prostitutas de Whitechapel y los aristócratas, cómo son sus vidas y su día a día. Es desolador contemplar la fatalidad que acecha a las clases bajas y la impunidad de las clases altas.


La historia da auténtico pavor. Las viñetas, en blanco y negro y dibujadas a plumilla, retratan de forma explícita la brutalidad de los crímenes, hasta donde puede saberse, de forma absolutamente fiel a la realidad. Pero sobre todo, lo pasas fatal viendo - y ésto es lo bueno del cómic, que también cuenta la historia en imágenes - cómo las víctimas se dirigen de manera inexorable al encuentro de su fatal destino.


Pasas miedo con ellas, en un callejón de madrugada, en sus míseros cuchitriles, cuando ves que alguien se acerca o que espía desde la oscuridad. Pasas miedo con la frialdad del Destripador y con la falta de humanidad de implicados y testigos. Pasas miedo con quienes cometen y encubren los crímenes y con quienes fantasean sobre ellos.


Tan sólo haría un par de advertencias a quien se interesara por "From Hell". La primera, es un tocho enorme. La segunda, si os compráis la versión en inglés, cuesta un poco hacerse con el habla de los barrios bajos, y ésto es importante porque la trama es compleja y no se puede perder detalle. Y por último, la sobriedad del dibujo puede producir a veces confusión a la hora de identificar a algunos personajes.


Con todo, animo a los que quieran disfrutar pasando un mal rato a que se atrevan con "From Hell", lo mejor que he leído en cómics para adultos hasta la fecha, me ha entusiasmado... se nota, ¿verdad? Lo próximo, una de aventuras: Corto Maltés me espera. ;-)

28 mayo 2007

Mi rollo es el Rock

En las letras del rock no hay filosofía. No hay reflexiones profundas, comeduras de tarro ni complejidades: ligar, salir de fiesta, beber, conducir a toda velocidad... o si nos ponemos "jebis", héroes, villanos, demonios y marcianos que vienen a salvar/exterminar la humanidad son los temas favoritos del rock. A veces ni eso - tan sólo hay que escuchar el "Smoke on the water", por ejemplo, para darse cuenta de que hay canciones en las que el argumento es absolutamente ninguno.
Habrá quien diga por ahí "¡Te olvidas de las baladas!... y cuando los chicos duros se ponen tiernos, ¿qué? Las baladas rockeras son las más bonitas" *suspiro* Pues bien, yo sostengo que a quien le gusta del rock tan sólo las baladas no le gusta el rock en realidad, y que éstas - las baladas rockanrolleras y heavymetaleras - son un invento de los años 80 con el objetivo de colocar en las listas de ventas singles de grupos que de otra manera no podría haberse hecho un hueco entre lo comercial. Antes, el rock también hablaba de amor y de atracción, pero en otros términos, así que dejemos el empalago para otro día.
El rock es un cauce para canalizar la mala leche, una salida a la rabia y a la frustración con pura finalidad evasiva y festiva, lo que no significa que sea banal, pues en pocos estilos musicales se puede encontrar más emoción, más sentimiento. Por eso me encanta. Por la música, las melodías, el virtuosismo, la energía, las voces... ¡las voces!
Por todo ello, porque últimamente estoy descubriendo un montón de cosas, porque hoy tenía ganas de escribir, y porque me he resistido a la tentación de otra entrada presidida de foto de tío bueno, os he dejado aquí esta declaración de principios.
Ahora sigo con otra parrafada sobre cierto comic... rock y comic, intereses de lo más común en alguien de mi edad, ¿no es cierto? ;-)

02 mayo 2007

In manzanilla veritas

Ir a la Feria con la tropa del trabajo no tiene desperdicio, sobre todo cuando empieza a correr a raudales la manzanilla por las gargantas y el más formal se desinhibe, catavinos en mano, hasta el punto de exponer sin ninguna cortapisa, ante personas con las que no suele tener más relación que la profesional, sus teorías sobre los aspectos más íntimos de la condición humana.
Es el caso de uno de nuestros jefes, que bajo el calor de los farolillos nos contó su teoría sobre los hombres, entre los cuales se incluye a sí mísmo, vamos... digo yo. Según él, un hombre elige a su pareja según un criterio púramente físico. "No creáis que un hombre llegará a estar con una mujer porque le aporte algo o por sus virtudes morales. De entre las mujeres de su círculo, escoge a la que esté más buena y que le haga caso". Según él la prueba está en que hombres de 60 están con chicas de 30. "Si quisieran compañía, buena conversación, alguien que le entienda en esa etapa de la vida, estarían con alguien de su edad, pero para echar un polvo, mejor está la jovencita".
"¿Por qué está Brad Pitt cada dos años con una distinta? Porque puede. Porque hasta de la tía más buena se aburre uno cuando las endorfinas caen en picado tras los 18 meses que dura el enamoramiento de promedio. Después de eso, se necesita otro subidón, es decir, cambiar de pareja. Si la mayoría de los mortales no puede hacer eso, es porque su círculo social es mucho más reducido y porque su cuenta corriente no lo soportaría: sólo cabe resignarse a la costumbre. Las mujeres no son todas iguales, los hombres sí somos todos iguales. Mercedes, ¿te piensas casar? No te cases con un hombre".
Pues me ha fastidiado. Las niñas no me van. ¿Y los años invertidos en estudiar y culturizarme? Ahora resulta que tendría que haberme apuntado al gimnasio desde los 15 y dejarme de leer y esas tonterías. Eso no puede ser verdad, este hombre me ha arruinado moralmente. ¡Y yo que estaba esperando a mi príncipe buenorro, pero inteligente y culto, como el novio de la Obregón! ¡Que habla siete idiomas y tiene dos carreras, el tío! ¡Qué decepción!
Me gustaría saber qué opina la mujer de este individuo sobre su teoría, sobre todo teniendo en cuenta que no tiene más de cuarenta años y que lleva tan sólo cinco de feliz matrimonio.
En fin, me entrego a los brazos de Morfeo - que fina que soy - en cuya compañía todo es perfecto.
Besitos y buenas noches.