13 marzo 2009

Unas palabras de Einstein sobre la crisis.

No me puedo resistir a ponerlas aquí.

"No pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo. La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países porque la crisis trae progresos. La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche oscura. Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.

Quien supera la crisis se supera a sí mismo sin quedar 'superado'. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. La verdadera crisis es la crisis de la incompetencia. El inconveniente de las personas y los países es la pereza para encontrar las salidas y soluciones.

Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es una rutina, una lenta agonía. Sin crisis no hay méritos. Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia.

Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no querer luchar por superarla."

20 enero 2009

Los crímenes de Gaza.

La política anti-judía de la Alemania nazi tuvo dos terribles consecuencias: la primera de ellas, la más inmediata y evidente, el asesinato sistematizado de millones de personas inocentes.

La segunda, la culpa hereditaria, que pasa de generación en generación, que pone una mordaza en las bocas de todos los occidentales y les impide pronunciarse en contra de los desmanes del Estado de Israel, so pena de ser acusados de antisemitismo y de olvidar el holocausto.

Gozando de poder e impunidad absolutos, los descendientes de las víctimas de entonces se comportan como sus antiguos verdugos.

Poder e impunidad absolutos convierten al ser humano en mounstruo.

25 mayo 2008

¡Chikilicuatre forever!

La elección de Roberto Chikilicuatre como representante de España en Eurovisión fue consecuencia de un momento de lucidez nacional. Todos los críticos sesudos que hoy hablaban de ridículo, analizaban las actuaciones, las votaciones y hacian méritos para que les saliera una úlcera todavía no se han enterado de que esto de Eurovisión, tal y como están las cosas, no se puede tomar en serio.

Un festival que no es en absoluto representativo de la música que se hace en Europa, cuyos participantes, salvo excepciones, no tienen una carrera musical en sus propios paises, en el qué da igual lo que hagas porque se vota por afinidad política, lo que desvirtúa totalmente la competición, no tiene mucha razón de ser en los tiempos que corren, cuando ya se ha perdido la ingenuidad de los sesenta que nos podía hacer creer por un momento que, a pesar de los convulsos tiempos que corrían, unas canciones con estribillo alegre y pegadizo nos podían hacer sentir más cerca los unos de los otros.

Ante este panorama lo ridículo es enviar a la enésima promesa musical, "currarse" una canción pretendidamente emotiva y presentarla con estilismo y coreografía dignos del más genuino programa de variedades "made in" José Luis Moreno, y la genialidad es mandar a Chikilicuatre, un chiste surrealista como respuesta a un gran despropósito.

Ayer me partía de risa escuchando esas canciones supermoñas y mediocres, viendo esos aspavientos para poner pasión donde no la había, los numeritos frikis de los piratas, las novias, los ángeles... esos intérpretes tan del montón o aquellos otros que, aunque tuvieran buenas voces, pasado un minuto de su actuación no dejaban impresión alguna en la retina.

Y esas votaciones... el comentarista de la gala de Eurovisión desde hace 15 años de la BBC, Terry Wogan, ha declarado, muy disgustado el hombre, que los países europeos occidentales deberían replantearse su participación en el concurso, porque las votaciones son una broma... ¡a buenas horas! Tendría que haber hablado con nuestro José Luis Uribarri, quien no fallaba ni una de sus predicciones, como siempre.

¡Querido Rodolfo, los genios suelen ser unos incomprendidos! Pasará mucho tiempo antes de que podamos superar una trastada tan magnífica como esta.

07 mayo 2008

La noche más larga.



Cuando estudiaba en la facultad fui alumna de un profesor de Derecho Romano, un genio absoluto, excéntrico y un poco chiflado, de esos que dejan huella en sus alumnos para siempre, don José Luis Murga Gener. Murga, como le llamábamos todos, tenía una gran capacidad para hablar en metáfora y utilizaba unas expresiones peculiares que sólo pudimos comprender, pues él de entrada no las explicaba, después de dos meses escuchándole con la boquita abierta y sin tomar un solo folio de apuntes.


Murga explicaba los entresijos del Derecho Romano entendiéndolo como un fenómeno complejo que se había desarrollado en una doble dimensión temporal y espacial, por lo que su estudio tenía que abarcarse desde una visión global que comprendiera ambas dimensiones. "¡Subid al helicóptero!", nos decía a gritos a primera hora de la mañana, "¡no fijéis la vista en las azoteas y los tejados, subid al helicóptero y contemplad la ciudad entera, las tierras que la rodean y el horizonte!"


Para comprender lo que va a pasar esta noche hay que seguir los consejos de Murga, subir a un helicóptero y elevarse con él muy, muy alto, para ver muy lejos en el espacio y en el tiempo, pues lo que tiene lugar es la culminación de la celebración religiosa más antigua del mundo: la romería del Rocío.


Quien se haya echado las manos a la cabeza tiene que decirle a su piloto que se eleve muchos más metros sobre el suelo, hasta vislumbrar las llanuras de Mesopotamia hace miles de años. Allí, donde el hombre despertó a la consciencia de su propio ser, en el valle del Tigris y el Éufrates, habitaba el pueblo sumerio, niños en medio de la vieja Tierra, y como casi todos los niños, temían a la noche. Y temerosos levantaban sus ojos a la luna y las estrellas innumerables y presintieron que su luz tendría que haber sido puesta en el firmamento por una diosa benefactora pues, misteriosa como la oscuridad de la que provenía, no podría tener otra condición que la femenina, a la que llamaron Innana.


Innana, Guardiana de las leyes del Universo, era también diosa del amor, guerrera, protectora de ciudades. Viajó hacia el oeste, se convirtió en la babilónica Ishtar y la fenicia Astarté, recibió los títulos de Reina del Cielo y Señora de la Tierra. Coronada de estrellas y con la luna a sus pies, se identificó con el culto a la madre Tierra y con la fertilidad, progenitora de todos los seres vivos. Su símbolo era una paloma blanca.


Astarté llegó a nuestras costas a bordo de los barcos fenicios hace más de tres mil años y su culto se extendió por el valle del Guadalquivir, aunque también llegó al mismo destino siguiendo otros caminos más largos.


Uno de ellos la llevó a Egipto, donde se identificó con Hator - diosa del cielo, la fertilidad y el amor - y más tarde ésta se mimetizó con Isis, la gran Maga, la madre virgen, representada con el niño Horus en su regazo, trono del dios encarnado. Sobre su cabeza se dibujaban dos cuernos de buey en medio de los cuales lucía un disco solar. Roma la incorporó a su panteón y con las legiones romanas Isis viajó a los confines del Imperio.


Un segundo camino la llevó a Grecia y allí su personalidad dual se trasnformó en la pacífica Deméter, literalmente "la madre", que hacía crecer las cosechas, y la sensual y a veces peligrosa Afrodita, a la que los romanos llamaron Venus, estandarte del Imperio, pues el mismo Julio César se proclamaba su descendiente. Su símbolo era una paloma blanca.


Esta noché saldrá de su hermita en procesión la Virgen del Rocío, a la que llamamos Reina del Cielo, Trono de Dios, Madre universal, la que obra milagros. Coronada de estrellas y con la luna a sus pies, su símbolo y su sobrenombre es la Blanca Paloma.


"¿Casualidad?", gritaba Murga dando una palmada cuando hallaba coincidencias en el comportamiento de los pueblos que, distantes en el espacio y el tiempo, llegaban a una misma solución. "¿Se escribieron una carta? Yo diría que no."


No profesor, ni los sumerios, ni los egipcios, ni los griegos escribieron carta alguna a los que participan en la romería esta noche. No les han explicado cómo celebrar el culto, cómo bailar, cómo rezar, cómo adornar la cabeza de los bueyes - y no nos metamos con el culto al toro porque eso también sería largo de contar -, o con qué títulos llamar a su Virgen. Y esto precisamente me parece lo mejor de todo.


El culto a la antigua diosa, cristianizado y aderezado con nuestro propio flolklore, está inscrustado en el subconsciente colectivo de todos los pueblos que llevamos miles de años habitando a orillas del Mediterráneo. Existe una conciencia común que nos conecta con gentes de otras tierras y otros tiempos, que nos lleva a través de los siglos a las noches del Peloponeso y del valle del Nilo, a las llanuras de Mesopotamia, cuando el hombre era joven, tenía miedo y buscó el consuelo en los dioses.


"Cuando yo iba al Rocío de joven, la Virgen salía con las luces del día, esto de sacar al la Virgen de noche... no sé no sé", se volverá a quejar mi padre, de familia de grandes rocieros, aunque se queja muy poquito. "¿Y te extraña papá? De noche nació, bajo las estrellas innumerables".





Fotografías: Astaré, printura al fresco, Biblioteca Pública de Boston; Virgen del Rocío

06 mayo 2008

Un nuevo inquilino del blog.



¡Me han dado un premio! ¡Qué emoción! Premio que se ha materializado en forma de animalejo ovíparo, provisto de pico, dos patas y plumas, al que tengo correteando detrás de las matas buscando caracoles. ¡Muchas gracias! ;-)

Concrétamente tengo que agradecérselo a Zapateiro por considerar a este pequeño rinconcito uno de los blogs más canallas del universo blogero. Aceptándolo, asumo el compromiso de repartir otros cinco galardones, aunque permitidme que lo haga a horitas más decentes, que ahora mismo tengo los párpados a media asta. Mañana pensaré en mi lista de agraciados. ;-)

26 abril 2008

¡Sonrían por favor!



El 22 de mayo se estrena "Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull" y ya estoy impaciente por verla. Mirad qué sonrientes están los de la foto... ¿qué habrá imaginado el hombrecillo de las barbas? Imagino que a nuestro arqueólogo favorito en busca de un objeto precioso, metido en líos hasta el cuello, bajo el acoso constante de los malos malísimos, que en este caso son rusos y no nazis como en las entregas anteriores.

Junto a Harrison Ford repite Karen Allen, que aparecía en "Indiana Jones y el arca perdida", y en el papel de villana tenemos a nada más y nada menos que Cate Blanchett, por la que siento debilidad. Lo confieso, me encantan los papeles femeninos en los que las protagonistas reparten leña a raudales.


Nunca he visto una película de Indiana Jones en el cine, así que estoy emocionada tan sólo con pensar en hallarme en la la sala a oscuras, ver súbitamente aparecer las conocidas letras de fuego en la gran pantalla, acompañadas de esa música que inspira acción y aventuras.

¡Indyyyyyyyyyyyy! Me tendrás la primera en la puerta del cine. :-D

13 abril 2008

El secreto de Antonio Burgos.

Antonio Burgos quería ser Registrador-Calificador Civil desde chiquitito. Soñaba con sentarse tras un escritorio de caoba pulida sobre el que descansara un grueso tomo, encuadernado en piel roja y con estampaciones y cantos dorados, gemelo de otros cientos que dormitaran en las atestadas estanterías de su despacho.

Cada mañana, dispuesto a comenzar su trabajo, acariciaría su cubierta, tomaría con sus dedos pulgar e índice la suave cinta de raso que serviría de punto de lectura - o mejor dicho, de escritura - y abriría ceremoniosamente el voluminoso ejemplar, asientos de caligrafía impecable a la izquierda, prometedoras líneas en blanco a la derecha.

Un último repaso a su aspecto y a su entorno: quevedos dorados encajados sobre su nariz - a esa venerable edad ya debería usarlos - plumas y tinteros alineados según grosor y color, bella imagen de la perfección y el ceremonial que requiere un trabajo minucioso como sería el suyo.

Puntual, un subalterno abriría la puerta del santuario a las ocho de la mañana para dar paso a la primera pareja, que se mostraría sin duda tímida, quizás algo atemorizada por la solemnidad del momento: el de Inscribir y Calificar al bebé que portarían en brazos. El niño Antonio Burgos sabía de la transcendencia del acto: el recién nacido, sin ser consciente en aquel momento, entraba a formar parte oficialmente de la Comunidad, se inscribiría su nobre y filiación, su fecha de nacimiento y vecindad, el Estado conocería su existencia: aquel pequeño ser humano adquiría su IDENTIDAD.

Como Antonio Burgos siempre fue un perfeccionista desde chiquitito, vamos, lo que se dice "un mihita", se le ocurrió que podría mejorar el solemne acto de Inscripción en el Registro Civil con lo que él llamaba la Calificación. Añadiría a los datos de obligado de cumplimiento una línea adicional de suma importancia: en ella tan sólo podría inscribirse dos cosas: bien el gentilicio "SEVILLANO", reservado a los bebés dignos de tal calificativo, que constituía un honor en sí mismo; bien otra expresión alternativa que describiera a los menos afortunados, causantes de una pobre impresión, que podría variar desde "PAPAFRITA" o "PINTAMONAS", hasta "PANIAGUADO" o "ABRAZAFAROLAS", entre otras muchas, según la inspiración que le viniera en ese momento.

Que la criatura llegaba con un costal debajo del brazo y en sus aullidos se pudiera adivinar los compases de "Pasa la Macarena": "SEVILLANO". Que sus padres, en un alarde de progre-paletismo, le habían regalado una muñeca, siendo varón: "PAPAFRITA".

¡Qué inmenso poder el del Registrador-Calificador! Desde chiquitito era consciente de ello, y a tal honor aspiraba.

Cuando Antonio Burgos se hizo mayor conoció algo de mundo y tras sus primeros contactos conscientes con la Administración y la Burocracia su sueño infantil y su vocación se esfumaron como el humo.

Un buen día acudió al Registro Civil y el panorama le dejó desolado. En lugar de pulidos escritorios de caoba vio grises mostradores de contrachapado. No vió estantes repletos de tomos gemelos encuadernados en piel roja, sino clasificadores de cartón amontonados en armarios de chapa. Ni rastro del grueso libro de cantos dorados, ni de las plumas ni los tinteros ordenados según grosor y color: una selva de monitores, torres, impresoras y teclados encadenados entre ellos por multitud de cables usurpaban su lugar y su función. Pero lo peor, sin duda, era que no existían los Registradores-Calificadores Civiles, sino tan sólo anodinos funcionarios, simples auxiliares, instalados cómodamente en su rutina, compartiendo cubil, incapaces de mirar a un niño a los ojos, de CALIFICARLE, de darle una identidad, de decirle "así es cómo eres".

Con el tiempo, de esa frustración nació una nueva vocación y el joven Antonio Burgos se hizo periodista, escritor y columnista. Con los años necesitó gafas, pero nunca llevó quevedos dorados, sino unas de oferta del Multiópticas. Usó máquina de escribir y ordenador; le gustaba alinear el ratón y su alfombrilla con el teclado.

Desde su recuadro en ABC comenta desde hace años la vida del país y de nuestra querida ciudad, con mordacidad e ingenio para unos (SEVILLANOS), con desfachatez y rancio cinismo para otros (PAPAFRITAS). Ninguno sabe que, en realidad, escribir es su catársis, su terapia para combatir el trauma infantil. No en vano decía Oscar Wilde - a éste PINTAMONAS seguro que sus padres, de chico, le regalaron muñecas -, que "la mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella". Se le podría añadir "y de la obsesión", por eso, Antonio Burgos aprovecha la oportunidad que le da su recuadro en ABC para Inscribir y Calificar, como quien no quiere la cosa.

Tiene que escribir un artículo sobre la composición del nuevo gobierno. Cierra los ojos, se deja llevar, como en sus fantasías de chico, por la inspiración del momento, como en un juego de asociaciones. Carmen Chacón, "ANIMAL DE COMPAÑÍA". Bibiana Aído, "MODISTILLA". Bernat Soria, "EUTANÁSICO".

Se siente satisfecho del resultado: no argumenta, no razona, no hace crítica con fundamento: CALIFICA. Con tal actitud, la contraargumentación no es posible. "¿No lo ve compadre? ¡Si está más claro que un vaso de rebujito! El que no está de acuerdo, no es hombre cabal" Y se acabó la discusión.

Antonio Burgos se repantinga en el santuario de muebles de caoba de su imaginación, es capaz de evocar, como el protagonista de "El perfume", el olor rancio a tinta y pergamino de su mundo de ficción, se lamenta de la pérdida del sentido común, de la degradación del arte y la gracia y de que los toros ya no son tan bravos como antes ni los hombres se visten por los pies. Ministras, "BATALLÓN DE MODISTILLAS". Instaurado en su queja continua, depositario de la esencia de lo castizo y auténtico, Gran Registrador-Calificador del Universo, se siente un hombre feliz.

06 abril 2008

Hasta siempre, Judá.




Charlton Heston decía que tenía "una cara de otro siglo" y tal vez por eso directores y productores recurrían a él para interpretar superproducciones históricas en las que este hombretón encarnaba a personajes tan dispares como Marco Antonio, Moisés, el Cid o Miguel Ángel. Príncipe judío, terrateniente en las colonias, astronauta perdido en el tiempo... cualquier atuendo sentaba bien a sus rasgos severos y su porte magestuoso.

Desgraciadamente, sus opiniones politicas y su defensa de la libre utilización de armas de fuego también parecían de otro siglo, muchas de sus declaraciones, sobre todo en los últimos tiempos, constituían una patada al sentido común y la sensatez más elemental capaz de descorazonar a muchos de sus admiradores, entre los que me incluyo.

Pero eso prefiero olvidarlo, para recordarlo como a mí me gusta más: sujetando las riendas de su cuadriga árabe, mirando de reojo al romano Mesala, la sangre bullendo en las venas anticipando la venganza contra el antiguo amigo. Ben-Hur inaugura oficialmente mi Semana Santa - y sé que la de muchos más - acompañando la emoción del momento con unas torrijas, para reponer fuerzas después de tanto remar y tanto correr, para sobrellevar la emoción del milagro.

"Triunfo completo Judá. La carrera ganada. El enemigo destruido", jadeaba el ensangrentado Mesala. Se fué Charlton Heston dejándonos, y esa es la capacidad que tienen los actores, de la vida de los muchos que interpretó, lo mejor de su gloria.

29 enero 2008

Pamplina, pamplinae.





Esta mañana he leído en el ABC una noticia "curiosa", por llamarla de alguna manera: recogía unas declaraciones de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, en las que éstas atacan al idioma castellano, calificándolo de machista, y a la madre que lo parió, es decir, al latín.

Sobra decir que cuando me tocan el lenguaje, a mí me sale urticaria. Pero cuando se meten con el latín y con mis adorados romanos, siento un impulso súbito de cortar cabezas, fijaos qué pronto más tonto... Un impulso parecido al que siento cuando me planto delante de cualquiera de las muchas leyes que se han aprobado últimamente y tengo que leer tres veces como mínimo un párrafo como el que sigue, sacado de nuestro nuevo y flamante Estatuto, para enterarme de lo que pone:

El Presidente o Presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía es el repersentante del Poder Judicial en Andalucía. El Presidente o Presidenta de la Junta de Andalucía ordenará la publicación de dicho nombramiento en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía. El Fiscal o la Fiscal Superior de Andalucía es el Fiscal Jefe o la Fiscal Jefa del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía. El Presidente o Presidenta de la Junta de Andalucía ordenará la publicación de dicho nombramiento en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía.

Groucho Marx se quedó corto con aquello de "la parte contratante de la primera parte...". No es suficiente con que los textos jurídicos se hayan vuelto un tremendo galimatías, todavía peor de lo que eran, sino que con acciones como las de las individuas arriba mencionadas quieren trasladar esta locura a todos los ámbitos de la sociedad.

Por supuesto, la culpa de todo la tienen los romanos. Según el Colectivo de Jóvenas feministas, el latín es un lastre para el lenguaje actual, ya que se creó y evolucionó en una sociedad patriarcal opresiva, en una «época en la que las mujeres éramos tratadas como esclavas y eran los hombres los que decidían y concentraban todo el poder». Por ello, hay que darle una patada, olvidar que el castellano proviene de esa lengua - ¿pueden ellas olvidar que vinienen del mono, o mejor dicho, de la mona? - quemar los libros de gramática, y emplear mucha tinta y papel - feministas sí, pero ecologistas serán poco - para acabar diciendo lo mismo.

A estas jóvenas les diría yo un par de cosillas. Lo primero, que en el colegio me enseñaron - profesoras muy poco sospechosas de ser activistas del machismo - que por razones de economía del lenguaje, el español había llegado a la solución de que el masculino plural y en determinadas circunstancias, también el singular, englobaba el femenino, para no tener que repetirse constantemente. También me enseñaron que la terminación femenina añadida a un nombre de género masculino funcionaba de aumentativo, es decir, indicaba una mayor dimensión, como la charca, que es más grande que el charco, o la saca, mayor que el saco. Pero éso no lo sacan la relucir las jóvenas, porque aquí femenino significa "mayor" y por lo tanto, es más guay.

También les diría, acerca del latín y los romanos, que son unas incultas redomadas. Parece que se olvidan - o no saben- de que en latín existían cinco declinaciones, que cada una hacía su plural como le daba la gana, que nombres, adjetivos y artículos coordinaban en caso y número con las terminaciones de su declinación, pero no con las de género, que por cierto, existían tres, porque el neutro no era una cosa residual, como en español, y que el plural tenía en muchos casos las mismas terminaciones independientemente del género.

Y en cuanto a la esclavitud de las mujeres... es cierto que no podían votar ni ocupar cargos públicos y que la situación actual en occidente no es comparable a la de pueblos que vivieron hace 2000 años... ¿o sí? Porque los romanos, que gustaban de guardar la tradición, también entendían el cabio de los tiempos, y llegaron a comprender que la tutela sobre la mujer del padre, marido o tutor tenía que convertirse en una pura formalidad. En la antigua Roma las mujeres podían administrar sus propiedades, tener sus propios negocios, divorciarse... cosas que en España, concretamente, no se han conseguido hasta el siglo XX. Y aún quedan otras por conseguir, como el acceso al sacerdocio, cuestión que, como tantas, a los civilizados católicos nos queda pendiente.

Por todo ello, de mujer a mujer, a las jóvenas estas les haría una petición: dejáos de pamplinas, que se lo ponéis en bandeja a los sectores más conservadores de la sociedad - nótese que la noticia sólo la recoge el ABC - para que hagan chistes a nuestra costa. Dejad las dudas filosófico-lingüísticas a Ana Botella - que todavía se está preguntando si una pera y una manzana hacen un matrimonio - y pringáos con cosas importantes de verdad. Me despido con este ruego, al estilo del ruego póstumo de Petronio al emperador Nerón, en Quo Vadis:

¡Salud, Augustas, y no conjugeis; asesinad, pero no hagais versos; envenenad, pero no tritureis la ortografía; incendiad, pero no toqueis la cítara!

14 enero 2008

¡Menuda estafa!

Esta tarde he escuchado en la radio una noticia que me ha dejado atónita y que viene a confirmar el pésimo estado de la industria del arte en general - sólo decir "industria" da escalofríos -, y de la música en España en particular.

Resulta que unos individuos, bajo el nombre de Triana, han sacado al mercado un disco presentándolo como el regreso de la mítica banda sevillana... un regreso muy particular, claro, porque ninguno de los integrantes del grupo original está entre sus filas - recordemos que dos de ellos murieron hace ya tiempo y que el tercero lleva desde la muerte de Jesús de la Rosa en retiro espiritual.

Parece ser que la viuda de uno de ellos ha heredado los derechos del nombre, y por puro sentimentalismo, claro, adobado con un buen fajo de billetes, ha accedido a la formación del nuevo grupo que copia la voz, el estilo y la composición del original. Eso sí, se declaran fans y herederos. Es como si Los Escarabajos, con la bendición de Yoko Ono, usurparan la personalidad de los Beatles y anunciaran a bombo y platillo su resurrección.


Menuda estafa. Estas cosas suceden porque, en primer lugar, en España no se apuesta por la gente con talento y con ideas propias, tan sólo quieren productos cuya fórmula coincide con la de otros productos que venden. Sumado a una total falta de escrúpulos de los productores, que son capaces de "resucitar" a Triana y al primer mono que le pegó un palo a un tronco y se dió cuenta de que de allí salió algo. Sumado a la ignorancia y a la falta de cultura musical de la mayoría de la gente de este país, sobre todo la gente joven - estoy empezando a hablar como mi padre - criados al calor de Operación Triunfo y curtidos a base de escuchar los 40 a todas horas. Resultado de la operación: habrá muchos que paguen por esta tomadura de pelo.

Ya que hablamos de los 40, para muestra un botón: hace poco escuché a una de sus presentadoras decir, comentando una canción del grupo, que los Tokio Hotel era la banda de rock alemana más importante de todos los tiempos. Los Tokio Hotel, cuatro pavos que no llegan a los dieciocho años, que han publicado dos discos que no han compuesto, uno en alemán y un primo hermano de éste traducido al inglés, traducción hecha por otros claro, porque ellos no saben ni decir "hello". Y se quedó tan ancha.

Estoy tan indignada como el único superviviente de la banda, Eduardo Rodríguez que ha lamentado cómo se intenta engañar a la gente sin miramientos y cómo algunos - léase la famosa viuda - pierden la dignidad por un cheque con muchos ceros.

Como muestra de manipulación os dejo el artículo publicado en Terra.es al respecto. Nótese el empleo de expresiones como "regreso", "retorno" y "evolución" - aunque ellos lo llaman "continuación" -, o la magnífica "hay mucha demanda" y la fantástica "fuerade Triana ninguno hace rock andaluz". Vamos, además el disco lo han compuesto otros.

Por cierto, la última declaración es mentira, suenan clónicos.