05 febrero 2007

Metalizada: con aparatito.

Me he apuntado a la moda del "tuneo" personal, y como eso de los "piercings" por toda la cara, los miles de pendientes colgando de la oreja o los tatuajes queda muy proletario, me he decidido por algo más chic y que denota un cierto status: un aparato de ortodoncia.
¡Vale vale! Ya sé que no es algo tan exclusivo, es más, es una puñeta. Me duelen los dientes, como fatal y a veces arrastro las eses como Rajoy... ¡pero con algo tendré que consolarme! Al menos llevaré las gomillas rosa clarito... de niña... ¡qué mono!
Además de los hierros, me ha costado hasta ahora operarme de las muelas de juicio, sacarme dos premolares y aún tengo dos premolares más condenados a la pena capital, ¡pobrecitos! ¡Tienen que dejar sitio para sus pequeños hermanitos! Ay que ver la de burradas que hacemos por estética. Y es que eso de quererse a uno mismo tal y como se es suena muy bien... pero digo yo, si eres mejor te querrás más, ¿no?
Pues eso, a perderle el cariño a los pobrecitos dientes y a los billetitos de euro, es lo que hay.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que más duele con el dentista no es la dentadura...

... ¡es el bolsillo!

Mercedes dijo...

¡Ni que lo digas! Hoy me han dado el certificado de retenciones y casi me muero del susto de ver lo que he ganado en un año y de lo que me queda en la cuenta tras pagarle al sacamuelas... bueno, y tras las vacaciones y la academia y las compras... ofún, este año tengo que ahorrar...

Por otra parte, ¡hoy se me ha movido un diente! ¡oeeeeeeee oeeeeeeeeeeee oe oeeeeeeee!

Suena mal, pero es chuli. :-)

El Mario dijo...

Ahora vas a tener el Poder del Metal ;) ¡Qué tía!